¿Por qué se necesita un yeso o una férula?
Un yeso o una férula soporta y protege los huesos lastimados y el tejido blando, reduciendo el dolor, la hinchazón y los espasmos musculares. En algunos casos se puede aplicar un yeso o una férula después de la cirugía.
Una férula o “medio yeso” proporciona menos soporte que un yeso. Sin embargo, puede ser ajustada para acomodar la hinchazón que resulta de los daños, a diferencia de un yeso cerrado. Su médico tomará la decisión acerca del mejor tipo de soporte para usted.
Tipos de yeso y férula
Un yeso se hace a medida y se aplica por su médico o asistente, puede ser de yeso blanco o fibra de vidrio. Una férula o “medio yeso”, también puede hacerse a medida igual que un yeso, aunque las hay preformadas con muchas formas y tamaños siendo más rápida y fácil de usar que un yeso.
¿Qué materiales se usan en un yeso o una férula?
Materiales de yeso blanco o fibra de vidrio forman la capa dura para el soporte en un yeso o férula. La fibra de vidrio o “fiberglass” es más liviana, dura más, y “se ventila” mejor. El yeso blanco es más barato que la fibra de vidrio y se moldea mejor. Ambos materiales vienen en bandas o rollos que se sumergen en agua y son aplicados sobre una capa de algodón, un acolchado de material sintético, que cubre el área lastimada. Los rayos X, usados para comprobar el proceso de reparación de un brazo o una pierna dentro del yeso o una férula pueden penetrar a través de las fibras de vidrio mejor que del yeso blanco.
Acostumbrándose a un yeso o a una férula
La siguiente información sólo provee guías generales, y no es un sustituto para las recomendaciones de su médico. La inflamación debida a la lesión puede causar presión en su yeso o férula durante las primeras 48 a 72 horas. Esto puede causar que el miembro afectado se sienta aprisionado en el yeso o férula. Para reducir la inflamación:
- Eleve su brazo o pierna lesionada sobre el nivel de su corazón poniéndola sobre una almohada o cualquier otro soporte. La elevación permite que los fluidos y la sangre drenen dirigiéndose hacia el corazón.
- Mueva cuidadosamente y frecuentemente sus dedos de la mano o del pie que no han sufrido lesión pero que están hinchados.
- Aplique hielo al yeso o férula. Ponga el hielo en una bolsa de plástico seca o un paquete congelador y átelo alrededor del yeso o férula encima de la zona lesionada.
Si usted sufre de cualquier de estos síntomas póngase en contacto con su médico inmediatamente:
- Aumento del dolor, que puede ser causado por la inflamación y que el yeso o la férula estén apretados.
- Entumecimiento y hormigueo en la mano o pie, que puede ser causado por un exceso de presión en los nervios.
- Ardor y picor, que pueden ser causados por un exceso de presión en la piel.
- Inflamación excesiva más abajo del yeso, que puede significar que el yeso está reduciendo la circulación de la sangre.
- Pérdida del movimiento de los dedos de la mano o del pie, que requiere una evaluación urgente por su médico.
Cuidado de su yeso o férula
Después de haberse acostumbrado a su yeso o férula durante unos días, es muy importante mantenerlo en buenas condiciones ya que esto le ayudara en su recuperación.
- Mantenga seco el yeso o férula. La humedad debilita el yeso y un acolchado mojado cerca de la piel puede causar una irritación. Use dos capas de plástico o compre protectores de plástico para mantener seco el yeso o férula mientras se ducha.
- No camine con un “yeso ambulatorio” hasta que esté completamente seco y duro. Tarda alrededor de una hora para la fibra de vidrio, y de dos a tres días hasta que el yeso esté suficientemente duro para caminar con éste.
- Mantenga la tierra, arena y polvos de talco lejos del interior de su yeso o férula.
- No saque el acolchado de su yeso o férula
- No inserte dentro del yeso o férula objetos como colgadores de alambre para rascarse la piel. No aplique polvos o desodorantes a la piel con picor. Si persiste el picor llame a su médico.
- No rompa los bordes ásperos o recorte el yeso antes de haber preguntado a su médico.
- Inspeccione la piel alrededor del yeso. Si su piel se pone roja o sangrante llame a su médico.
- Inspeccione el yeso con regularidad. Si empieza a agrietarse o ablandarse llame a su médico.
Nunca se quite un yeso por sí mismo. Podría cortarse la piel o impedir que su lesión se cure. Su médico utilizará una sierra para abrir el yeso. La sierra vibra, pero no gira. Si la hoja de la sierra toca el acolchado dentro de la cubierta dura del yeso, el acolchado vibrará con la hoja y protegerá su piel. La sierra para yeso hace ruido y se puede sentir caliente debido a la fricción, pero no puede lesionarle.